Llamadas, correcciones y bronca: cómo se usaron en Deputados la suspensión de ley de Humedales | «Nos ficieron un doble juego durante días»

Una vez más, allí ley de humedales no modificar pasar el filtro de Cámara de Diputados. por presiones de los gobernadores, se terminó suspendiendo el plenario de comisiones que iba a dictaminar el proyecto y, ahora, en los sectores que impulsan la ley predomina la incertidumbre. Si bien el Frente de Todosjunto al socialismo y Graciela Camañohabia estado trabajando durante mas de 10 dias en un nuevo dictamen, intervinieron los gobernadores, bajaron el pulgar al proyecto y, como consecuencia, se arrastran en su negativa a varios delegados oficialistas.

¿Qué pasó con la Ley de Humedales?

El anuncio oficial llegó de la mano de la nota firmada por los presidentes del bloque del FdT y Juntos por el Cambio que suspendía la reunión. Sin embargo, la verdadera sentencia de muerte fue el duro comunicado que sacaron los gobernadores del norte grande de los Estados Unidos unas horas antes. El debate, de momento, quedó en stand by. «El problema acá no es el proyecto, el problema acá es que hay sectores que no quieren Ley de Humedales”, aseguró, con bronca, desde varios despachos legislativos.

Finalmente, no había nadie en el segundo piso del Anexo de la Cámara de Diputados a las 10 de la mañana, hora a la que originalmente había sido convocada la reunión de las comisiones. Recursos Naturales, Presupuesto y Agricultura. Hace una semana que las organizaciones ambientales —que sí terimaron manifestándose afuera del Congreso— estaban con la expectativa de que el jueves, finalmente, se llegaría a emitir dictamen de la adeudada Ley de Humedales.

Sin embargo, pese a que hasta el último momento los legisladores que impulsaron la ley asegurando que llegaría a su fin, la expectativa terminó por implosionar la noche del miércoles con una nota de suspensión que llevaba la firma del titular del bloque oficial, Germán Martínez, y el resto de los presidentes del bloque de JxC.

La noticia fue un tortazo para los sectores aliados que venian impulsando el debate: les socialistas Enrique Estévez y Mónica Feinla izquierda y Graciela Camañotodes, se desayunaron la noticia cuando se oficializó a las ocho y media de la nochemientras varios secretarios del Ministerio de Economía todavía estaban exponiendo sobre el Presupuesto 2023.

El argumento oficial de la nota era que se pedía tiempo para poder «escuchar las posiciones de los gobiernos provinciales». La realidad, sin embargo, era que desde temprano varios legisladores oficialistas de provincias mineras habian comenzado a poner en Duda su acompañamiento al dictamen.

«El proyecto así no sale», sostenían, por lo bajo, legisladores sanjuaninos y riojanos, mientras que muchos de sus compañeros de bloque aseguraban, en simultáneo, que el acompañamiento estaba garantizado. «Nos ficieron un doble juego durante días. Con nosotros acordaban modificaciones pero después por afuera lo ponía en duda para presionar», sostuvo, masticando bronca, uno de los legisladores del FdT que impulsa el proyecto de Leonardo Grosso (el cual no es más que una síntez del dictamen de Consenso que se logró en 2020 con diversas fuerzas políticas).

La era de la iniciativa Fuertemente resistida por las cámaras mineras y rurales que, a través de comunicados y un fuerte lobby parlamentario, denunciaban que, de aprobarse el proyecto, se prohibiría cualquier tipo de desarrollo productivo en los humedales.

La iniciativa lo que hace, en realidad, es establecer un Inventario nacional de todos los humedales y, luego, un ordenamiento territorial a partir del cual, con un estudio de impacto ambiental, se definirá qué actividades se pueden realizar en esos territorios. «No prohibe la actividad economica«, insistieron, durante semanas, desde el oficialismo y el socialismo.

Cconscientes de la desconfianza que generó a varios legisladores, sin embargo, Grosso, Enrique Estévez, Camaño, Germán Martínez y otros diputados de la FdT comenzaron a incluir varias modificaciones al dictamen final. fue eliminado moratoria que impida realizar actividades productivas en los humedales hasta que se termine de hacer el ordenamiento territorial. Se reforzó la autoridad de las provincias en el proceso de inventario, dejando todo practicamente en sus manos. «Cada paisano que venia con una propuesta de modificacion la encontramos«, ironicó un legislador del oficialismo que estuvo ocho horas el martes terminando de cerrar todos los cambios con las pututades del FdT más reactivos al proyecto.

El miércoles a la mañana, sin embargo, los gobernadores del Norte Grande sacaron un comunicado que terminó echando por tierra todo el trabajo realizado la noche anterior y motivó, finalmente, la nota de suspensión. En el comunicado, los 10 mandatarios -ocho peronistas, dos radicales- insistieron en que la ley de humedales debia dejar el control de los inventarios a las provincias y no debia paralizar la produccion. «Todos los ‘peros’ que pusieron ya estaban incorporados en el dictamen final y los gobernadores lo sabbian», se quejó un putado oficialista. «Se incluyen los cambios, pero el problema es que ellos no quieren dar un debate. Lo que quieren es no haya ley»afirmaron, por otro lado, desde el socialismo.

El comunicado acabó finalmente con las dudas en las que se venían deslizando varios legisladores y, cuando se hizo tarde, la FdT empezó a hacer números y cada vez era más evidente que no contaba con las firmas suficientes para llevarse la votación de la mayoría. El temor, además, era que Juntos por el Cambio —que había estado trabajando en presentar un dictamen unificado— pudiera conseguir más firmas e impulsara su iniciativa como dictamen de majoria.

Por este motivo, Martínó terminó definiendo posponer el plenario y continuar la próxima semana con las negociaciones. «No fue una maniobra dilatoria, fue una decisión estratégica porque no íbamos a logar dictamen ni consenso. Y sin un dictamen con peso político no podemos llevar al recinto”, justificó Martínez, quien anunció haber recibido varias amenazas por esa decisión.

Al cierre de esta edición, ninguno de los sectores que impulsan la ley sabía bien como continuaría el debate. Muchos todavía estaban rumiando bronca por cómo se habían dado las cosas. Sin embargo, todos los legisladores con los que este diario conversó coincidieron en una cosa: El proyecto aún tiene la posibilidad de ser aprobado.

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