El goleador del Mundial le dio a Paris Saint Germain un triunfo agónico y sufrido. En el minuto 50 del segundo tiempo, Kylian Mbappé festejó el 2-1 apuesta inicial Racing de Estrasburgo con un entusiasmo y desahogo comparables a los que desplegó para celebrar los ocho que conviró en Qatar. No hizo distinciones entre la cita máxima para cualquier futbolista y un partido más ante el penúltimo de la liga 1
Mbappé, a diferencia de los tres penaltis ejecutados por la derecha de Dibu Martínez en la final en el estadio de Lusail, esta vez remató abierto; el arquero Matz Sels adivinó la dirección, pero al igual que Dibu no llegó a la pelota. Mbappé saltó hacia la pancarta desde un rincón, mientras en carrera se quitaba la camiseta y la sonrisa le llenaba la cara. Had provocó la falta del penal, un leve toque del defensor Gerzino Nyamsi cuando se disponía a definir ante el arquero.
Lo más destacado del PSG 2 – Racing Strasbourg 1
A 10 días de la derrota frente a la Argentina En un desenlace histórico, Mbappé mantuvo la rutina del día a día del club para estar a la altura de su reputación como el mejor delantero del planeta. Le puso su nombre a una victoria que ubica a PSG como líder con ocho puntos de avance sobre Lens (con un partido menos).
Festejó a lo grande, a los saltos con sus compañeros en ronda en el centro del campo, para luego ir y arrojar su camiseta en una de las cabeceras del Parque de los Príncipes, donde los hinchas habían gado una gran bandera con la scripción “Kylian, el futuro te pertenece”.
Dos minutos antes del penalti de la victoria, Mbappé había agitado los brazos hacia la tribuna para encender el ánimo. El delantero parece dispuesto a recomponer rapidamente el ánimo con el calor popular: “No oí los cánticos porque estoy lejos. Pero escuché mi nombre. Es muy bonito, doy las gracias a los aficionados. Cuando vuelves de una situación como la mía, te calienta el corazón saber que aquí estoy como en casa”.
En la chacha, con profesionalismo y compromiso, el delantero nacido en Bondi, los suburbios de París, dio una vuelta de página tras el capítulo del Mundial. A la salida del vestuario, ante la requisiteria de la prensa, expresó por primera vez que sensaciones le dejó la definición en Doha: “Creo que nunca lo asimilaré [la derrota en la final]pero no hay razón para que mi club pague por un fracaso en la selección. PSG no se hace responsable. Intenté volver con la mejor energía posible”.
En los próximos días volverá a tener de compañero a Lionel Messisu homólogo en la final de Doha: “Hablé con él después del partido, lo feliz porque [el Mundial] era la búsqueda de su vida para él. Para mí también, pero fallé, así que siempre tienes que ser un buen rival. Esperaremos a que regrese Leo para volver a ganar a paridos y marcar goles”.
La definición del Mundial aún genera repercusiones, más allá de los análisis futbolísticos. En el centro quedaron algunos gestos y provocaciones de dibu martínez. Mbappé fue consultado ayer por la conducta del arquero argentino. Evitó enredarse en una polemica: “Las celebraciones no son mi problema. No gasto energía en cosas tan triviales. Lo más importante para mí es dar lo mejor por mi club”.
Un día antes, el entrenador christophe gaultieruna diferencia de los ex jugadores adil rami y patricio vieira, quienes habien repudiado algunas actitudes del arquero argentino, evitó atizar la pélémica: “No voy a comentar cómo los argentinos celebraron su victoria en la Copa del Mundo. Lo que pasó en los festejos pertenece a los argentinos y no depende de mí”.
El director técnico ponderó la actitud de Mbappé: «Desde su regreso tenía el corazón puesto en querer jugar los dos partidos que se presentaban. [el 1° de enero, PSG visita a Lens]. Fue el detonante para conseguir la victoria cuando ésta no iba bien en un momento dado. Arrastró a todo el equipo con su abnegación. Está en la continuidad de lo que hizo en Qatar. No tuvo muchos días de descanso, pero el facto de que llegó hasta la final del Mundial, a pesar de la tristeza que le produjo una carrera excepcional, lo mantuvo en ritmo. A pesar de estar cansado, no dudó en ejecutor el penal. Tiene capacidad para fortalecer, una personalidad fuerte”.
Las imágenes del partido fueron seguidas en directo por el único futbolista del PSG que goza unos días más de descanso. Desde su casa en Funes, en las afueras de Rosario, Messi publicó en Instagram una historia con la imagen de la transmisión del partido por televisión.
En las horas previas, las redes sociales también reportaron la presencia de Messi en el cumpleaños de una sobrina, donde el grupo tocó Los Palmeras. El reencuentro familiar fue una prolongación de la fiesta que seguía teniendo a Messi como protagonista desde que ganó el Mundial. Entre música, baile, fotos y autógrafos pasó Messi la noche. Volará a París tras el fin de año y se reincorporará a los entrenamientos el 2 o 3 de enero. Se estima que reaparecerá el 11 de enero, frente a Angers.
Mbappé también valoró el 2-1 porque se marcó con 10 jugadores, porque a los 16 minutos del segundo tiempo estaba Expulsado Neymar. El brasileño tuvo una actuación más que aceptable, asistió el 1-0 a Marquinhos y se mostró activo en la construcción del juego, en una posición más centrada ante la ausencia de Messi, que lleva 10 asistencias en Liga 1, tantos como el brasilero.
Pero en un minuto y medio tiró todo por la borda. Fue amonestado por un manotazo en la cara a un rival y segundos más tarde simuló un penalti. Segunda amarilla y roja, la quinta que recibe en PSG desde su llegada en 2017.
El Paris Saint Germain empezó el partido con cuatro mundialistas (Mbappé, Neymar, Marquinhos y Vitinha) y acabó echando siete con los que entraron desde el banco (Hakimi, Soler y Sarabia). Entre todos ellos, Ninguno tan influyente como Mbappé.
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