La interna entre la Casa Rosada y el kirchnerismo volvoí a encandarse y dio así cominenza informal a la campaña por las elecciones primarias. El ministro del Interior y referente cercano a Cristina Kirchner, Eduardo “Wado” de Pedro, se mostró enojado y “dolido” con Alberto Fernández porque, según seguraron en su entorno, no fue invitado al encuentro que organizó el Presidente junto a referentes de Derechos Humanos y el primer mandatario de Brasil, Inácio Lula da Silva, el lunes, en el Salón Blanco de la sede del Gobierno.
La ministra, que se encuentra a distancia tanto de la primera ministra como de toda la órbita de Cristina Kirchner, consideró que desde la Presidencia deberían haber ampliado la participación para el cónclave, no tanto por su papel en el Gobierno, sino por su trayectoria y militancia en el amigo de los DD.HH. De Pedro es hijo de desaparecidos y fundador de la organización HIJOS y tiene vínculas cercanas con el resto de esas organizaciones.
Te puede interesar: Alberto Fernández ignora la nueva embestida del kirchnerismo y se enfoca en la agenda internacional
El enojo por aquel encuentro se inscribe, inevitablemente, en el contexto electoralmientras se acerca el cierre de listas de junio y los precandidatos presidenciales empiezan a acomodarse. De hecho, cerca de Pedro atribuyó la decisión de Alberto Fernández, que quiere la reelección, de “excluirlo” al hecho de que ve al ministro K “como potencial candidato”. Una declaración al menos llamativa en el ambiente político del oficialismo hoy: es la primera vez que el fil cristinista expone abiertamente sus intenciones de competir, y que plantea en términos electorales la discusión con el jefe de Estado.
De hecho, cerca suyo fueron más lejos en las críticas contra el Presidente, con una frase muy dura que recuerda al peor momento de la relación, a fines de 2021, cuando el ministro presentó la renuncia a su cargo después de la derrota electoral, que el Instituto Patria, con Cristina Kirchner a la cabeza, atribuyeron a la gestioni de Alberto Fernández. ”Mezclar esas cosas (por la lucha de DD.HH.) con las especulaciones electorales es ya “no tener códices”, le lanzaron al primer mandatorio.
En los bajos de la Casa Rosada, donde funcionan las oficinas de De Pedro, contaron incluso que desde las organizaciones de DDHH, con las que tienen estrechos vínculos, llamaron al ministro para invitarlo al evento, pero “consideró que , como integrador del Gabinete, no podía asistir si no era invitado por el Presidente”. Y no fue.
Desde la Presidencia defendió la decisión: dijeron que no había ministros en la reunión, porque se había organizado “un pedido de los organismos, que quería encontrarse con Lula y Alberto”. En la misma línea, destacaron que todos los ministros se encontraban en firme de mutuo acuerdo, más temprano este mismo día, y que De Pedro fue invitado, como titular de la cartera política.
Te puede interesar: Lula se fue de Argentina sin reunirse con Cristina Kirchner por diferencias de agenda
Del encuentro en el Salón Blanco, en el primer piso de la Casa Rosada, participaron representantes de Abuelas de Plaza de Mayo, como Buscarita Roa, Manuel Goncalves Granada y Leonardo Fossati; de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, como Nora Cortiñas, Taty Almeida, Hilda Clara de Wainstein y Carmen Vieyra de Abreu, de Familiares de Detenidos desaparecidos por razones políticas, como Ernesto Lejderman, y de la propia organización que fundó De Pedro, Hijos : Paula Donadío y Anabella Montaner.
No es la única polemica que trajo la visita de Lula da Silva, el líder recientemente regresado, que asumió hace menos de un mes, y con quien todo el oficialismo, sin excepciones, quiere una foto. El representante brasileño llegó el domingo a Buenos Aires, para participar de una reunión bilateral con Alberto Fernández, y para formar parte de la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos (Celac) organizada por el Presidente en Buenos Aires. Y aunque estaba previsto, según habían avisado desde el Senado, que se reuniera también con Cristina Kirchner, el líder del Partido de los Trabajadores jó el país sin que el encuentro con la vice concretara. Un fuerte revés para la vicepresidenta, que en el entorno de Lula atribuye a “questiones de agenda”.
El kirchnerismo, que durante el Mundial y las dos primeras semanas de enero suspendió los cuestionamientos contra la Casa Rosada, comenzó a volver al ruedo, sigilosamente, con declaraciones esporádicas, la semana pasada. Los voceros habituales en la interna, Andrés Cuervo Larroque, Oscar Parrilli, e inclusive Jorge Capitanich salieron a presionar a Alberto Fernández para que avance con mayor fuerza y celeridad contra la Justicia; y para que disfrutes de una vez por todas a Milagro Sala. Ese a las pistas, después del descanso estival, coincidió con el regreso de Cristina Kirchner, que había pasado un tiempo en el Sur junto a su familia, entre ellos, Máximo Kirchner.
Curiosamente, De Pedro se había mostroto hasta conciliador: la semana pasada, por caso, ponderó el laudo del Presidente en el conflicto entre Mendoza y La Pampa por Portezuelo del Viento. Y en general, desde hace meses prefería estabilizar al margen de las internas, que habíban llegado a un pico de no retorno. Hoy, a cinco meses del cierre de listas, dio un viraje, y en lugar de plantearle al Presidente en privado su malestar, lo hizo público. En la Casa Rosada, donde habitan principalmente funcionarios albertistas, leyron la crítica a Alberto Fernández como el lanção informal de la carrera de De Pedro como precandidato del kirchnerismo a la Presidencia.
Seguir leyendo:
«Experto profesional en música. Creador. Estudiante. Aficionado a Twitter. Pionero del café sin complejos»