A las pocas horas de reportar el Entrada a la Corte Suprema, el Congreso y el Palacio Presidencial de Brasil en la capital Brasilia Para los manifestantes bolsonarios que no reconocen la elección de Lula Da Silva, en las redes sociales se han viralizado distintas imágenes que muestran los destrozos en el interior de los edificios. Allí, en medio de ella bombas de estruendo y humor, hubo pintadas, cuadros de alto valor destruidos, sacos y ventanas rotas con objetos contundentes.
En medio de la manifestación multitudinaria, las personas que deciden ingresas desde la plaza de los tres poderes a los edificios ingresaron con bombas de humo que detonaron y activaron, como consecuencia, los aspersores anti incendios. En medio del agua y el humo, los atacantes quitaron algunos cuadros de los recintos e ingresaron al senado federal.
Además, invadieron el Palacio de Planalto para retirar el armamento de la sala de armas de la Oficina de Seguridad Institucional (GSI), según la comunicación del primer ministro de la Secretaría de Comunicación Social (SECOM), paulo pimenta. «Es muy serio”, él dijo. “En la sala de armas del GSI se llevaron armas fatales y non lethales”, dijo la ministra en un video grabado por el líder del Gobierno en el Congreso, el senador Randolfe Rodrigues.
La destrucción que dejaron los invazores a la sede de los tres poderes incluye el patrimonio histórico del país, que difícilmente podrá recuperarse. En el edificio del Supremo Tribunal Federal, los daños comprenden la llamada “Sala de los Bustos” de figuras importantes de la República, como Rui Barbosaresponsable de la creación del Tribunal en el modelo actual, en 1890, y Joaquim Nabucoabolicionista.
Además, entre los objetos de valor histórico dañados había una alfombra perteneciente a la princesa Isabel, hija del emperador D. Pedro II y responsable de la firma de la Lei Áureaque puso fin a la esclavitud en el país.
En el lugar se ubicaron las butacas de los senadores, y del presidente del senado. Además, en las paredes externas, se registraron pintadas y vidrios destrozados con piedras, martillos y objetos punzantes. Se usaron vallas de seguridad para romper las ventanas para entrar al edificio.
Algunas de las importantes obras de arte dañadas son “Araguaia”, un vitral de Marianne Peretti, 1977, que se encuentra en la sala verde de la Cámara de Representantes, publicado el diario Folha de San Pablo. En el Planalto, el lienzo”duas mulatas”, pintado en 1962 por Cavalcantifue agujereado por los golpistas.
En el STF, la silla de la presidenta Rosa Weber, obra de la diseñadora Jorge Zalzupin, fue arrancada. Además, un crucifijo resultó dañado y la escultura”Justicia”, de Alfredo Ceschiatti, 1961, fue objeto de pintura. También ingresaron y destruyeron la sede de la dirección del Partido de los Trabajadores (PT) e incendiaron una cafetería, según la agencia. Télam.
Los destrozos de la multitud no solo ocurrieron en el interior de los edificios, sino que en la plaza central de los Tres Poderes se rompieron tejas y asfalto además del pasto y pinturas en los monumentos y muros adyacentes.
Un patrullero de la Policía Federal Legislativa fue empujado por vándalos en uno de los espejos de agua frente al Congreso Nacional.
Los clips difundidos en las redes sociales bajo la tendencia de “golpe de estado” en Brasil, muestran cómo un grupo de agresores rompen las mesas de cristal de piedras con pedazos de escombros.
También sufrieron daños las alfombras y ventanas de la Corte Suprema y el Congreso. Los invasores entraron en la segunda planta antes de ser desalojados por las fuerzas de seguridad destruyendo las mangueras contra incendios.
Por otro lado, en el Senado, la fachada quedó destruida por el impacto de proyectiles lanzados por los manifestantes. Si bien no se registraron armas de fuego en la movilización, sí se reportaron explosivos menores de humo y estruendo.
La mayoría de los usurpadores visten camisteas de la braisleña de fútbol, al igual que banderas, pantalones y sombreros. Unos pocos decidieron ocultar su rostro con pasamontañas y tapabocas para evitar ser identificados por las cámaras de seguridad.
La habitación de la primera dama, Rosângela Lula da Silva, conocida como Janja, fue destrozada por simpatizantes de Bolsonaro que invadieron edificios públicos este viernes. A pesar del intento de invadir la oficina del presidente Luiz Inácio Lula da Silva (PT), los bolsonaristas no pudieron ingresar.
Además, el sitio O’Globo documentó que hubo ataques a sillas, mesas, documentos y el área del café. Las oficinas del secretario de Comunicación de Lula, Pablo Pimenta, también resultaron dañadas.
LA NACION
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