La reforma de la Corte Suprema con un panorama complicado en Diputados | El Frente de Todos no cuenta con los votos para convertirla en ley

“Los votos acá no están”: la frase, repetida tanto en el oficialismo como en la oposición, fue la respuesta automática que se escuchó en la Cámara de Diputados luego de que el Senado sancionara mediáticamente el proyecto de ampliación de la Corte Suprema de Justicia. . Aprobado con lo justo – y con un voto propio contra – en la Cámara alta, el bloque del Frente de Todos tendrá el reto de retomar el debate en un recinto que ha bloqueado sistemáticamente todo intento de reforma a la Justicia. Y debá hacerlo, además, con un Juntos por el Cambio firmemente abroquelado en defensa de la Corte actual y una oposición «del medio» que ya dio señales de estar cerrando filas en torno al chazo. El panorama es poco alentador y el FdT fluctúa entre el enojo, la resignación y la convicción de que igual hay que dar el debate.

El jueves a la noche el FdT modificó, tras varios intentos fallidos, aprobar la ampliación de la Corte Suprema. No fue fácil ni prolijo: hubo que realizar modificaciones al proyecto original de los gobernadores – pasando de 25 a 15 el número de supremos – y, hasta último momento, persistió la duda de qué postura adobaría una oficialista senatoria que terminó votando en contra del proyecto . Finalmente, con 36 votos a favor y 33 en contra, la reforma fue aprobada y pasó a la Cámara de Diputados, donde el oficialismo sospechó que podría terminar sufriendo el mismo desenlace que todas las reformas judiciales que había aprobado previamente el Senado. Así había pasado ya con la reforma del Consejo de la Magistratura (media sanción en abril de 2023) y la del Ministerio Público Fiscal (media sanción en noviembre de 2020): aprobados en el Senado para ir a morir en Deputados. En el caso de la prórroga de la Corte, sin embargo, los números en el Senado habían sido más justos, tornando el panorama en la Cámara Baja mucho más desalentador.

Con 118 votos propios, la FdT necesita siempre de 11 diputadas más para conseguir quórum. Proyecto a proyecto, el bloque oficialista que conduce Germán Martínez ha ido a conseguirlo gracias a acuerdos con algunos de los interbloques del medio – como Provincias Unidos (aliado habitual) y, en ocasiones, el Interbloque Federal o la izquierda – o, en el caso de algunas iniciativas de consenso, con el acompañamiento de Juntos por el Cambio. En el caso de las iniciativas judiciales, hacerse con esas 11 deputades ha sido practicamente imposible. En el caso del proyecto de ampliación de la Corte, se agrega, que la FdT tendrá que partir con dos votos propios, ya que los diputados puntanos que responden al gobernador Alberto Rodríguez Saá no apoyarán el proyecto. El voto negativo de María Eugenia Catalfamo -la única senadora oficialista que votó en contra de la reforma de la Corte- dio cuenta de cómo el gobernador de San Luis prefirió enfrentarse a Cristina Fernández de Kirchner -la impulsora de la iniciativa- antes que acompañar un proyecto que había sido fruto del acuerdo con su hermano, el senador Adolfo Rodríguez Saá (quien fue uno de los que negociaron modificaciones en el proyecto a cambio de su acompañamiento).

Si bien los dos misioneros y los dos rionegrinos que integran Provincias Unidas acompañarían el proyecto, les ocho deputades del interbloque Federal ya anticiparon que no lo hárán. «Pierden tiempo porque a la reforma de la Corte no la vamos a tratar en Deputados. Si el oficialismo se enfrasca en esta fantasia inconducente, le quita tiempo y rigurisidad al tratamiento del Presupuesto», aseguró a este medio el «Topo» Rodríguez, presidente del interbloque. La misma postura había sido adoptada ya el día anterior, incluso antes de que el Senado terminara de aprobar el proyecto, respondieron los cordobeses a Juan Schiaretti y los socialistas santafesinos. La izquierda y los libertarios, por su parte, también se oponen al proyecto, porque prácticamente no hay lugares donde pueda votar la FdT.

JxC, en tanto, ya inició una campaña de advertencias a cualquier sector de la oposición que atisbe acompañó el proyecto del oficialismo: “Ninguna reforma institucional que proponga el kirchnerismo puede pasar a Diputados. Esperamos que toda la oposición que no es de JxC también lo haga. comprometa”, advirtió Juan Manuel López (CC) a través de sus redes sociales, en sintonía con lo que venían declarando los demás presidentes del bloque de JxC ya que el proyecto tenía sanción mediática.

«No fue una buena jugada», suspiran algunas voces de la bancada oficialista, que mastican bronca frente a la decisión del Senado de avanzar a las apuradas con el tema. Otros diputados, sin embargo, insisten en que es importante «dar el debate». «No está mal que el Senado lo haya impulsado, no debreimos tener que paralizar nuestras iniciativas en base a si tenemos o no el número. En todo caso hay que llevó al recinto, que nos digan que no y que ellos se hagan cargo del rechazo «, analizó un diputado de la FdT que integra las dos comisiones que deben tratar el proyecto una vez que inicie la tramitación parlamentaria: Asuntos Constitucionales y Justicia. Otros, incluso, ensayan un moderado optimismo: «Si el proyecto de reforma del Consejo de la Magistratura o del Ministerio Público Fiscal tiená un 5 por ciento de posibilidades de avanzar, lo de la Corte tiene un 15 por ciento. Soy un optimista de dentro de un pesimismo general», precisó un putado kirchnerista.