Tras una denuncia de Fabiola Yáñez, el expresidente Alberto Fernández fue imputado por «lesiones leves y graves, delitos doblemente agravados», y el caso avanza a buen ritmo. La exprimera dama, la abogada Mariana Gallego, reveló esta semana ante los medios que presentará nuevas pruebas, en particular más intercambios de chat con su expareja acusada de violencia sexual, funcionarios como el exministro. Entre las mujeres, Ayelén Mazzina, conoció la situación. Mientras tanto, en episodios convenientemente escalonados, siguen apareciendo fragmentos de videos del comportamiento altamente inapropiado de Fernández como jefe de Estado.
Su hijo Estanislao, conocido como Dhyzy en las redes, publicó un post sobre este tema en el que dice: «No venimos a este mundo a curar ni a resolver los problemas de nadie, a ser responsables de lo que hacemos. No deben preocuparse por nosotros porque no tienen nada que ver con nosotros” (refiriéndose a la denuncia de Fabiola Yance), y concluye: “Espero que la justicia pueda aclarar rápidamente lo sucedido”.
En el discurso, Dhyzy agradeció los mensajes de apoyo que ha recibido estos días y destacó su independencia de su padre. «He trabajado desde los 17 años, vivo solo desde los 22, no tengo casa, ni coche, ni bienes», dijo. En otra columna denunció el acoso mediático que sufrió, que incluyó a un policía de medios que lo siguió por la ciudad de Buenos Aires y publicó su dirección y horarios, además de acosarnos «a mí y a mis amigos» por WhatsApp. Consigue un título». «Voy a seguir mi vida como siempre lo he hecho, trabajando, formándome y haciendo arte, y responderé a las cosas que hago», concluyó su comunicado.
Campaña contra Tamara Pettinado
El video transmitido el sábado fue el tercero del expresidente con la presentadora Tamara Pettinado en la Casa Rosada. Los dos primeros la mostraban filmada por Fernandes y sentada junto a la mesa en medio del almuerzo. La nueva secuencia generó aún más indignación en las redes, pues se puede ver a la panelista sentada en la silla del presidente, mientras el expresidente le pregunta si lo ama y le pide que lo diga en voz alta mientras él lo graba. A los 20 segundos se escucha a Pettinado bromear: «Ahora que soy presidente te voy a mandar a matar». Ella también responde con un doble «te amo», mientras Fernández la captura e insiste: «Ahora tienes que decirme… no te escucho».
A Javier Miele y sus demás gobiernos, por supuesto, les sobraba material en las redes. «La vergüenza no es suficiente», subtituló el presidente. Habló, a su estilo, de un “error tipo 2”: “Una conclusión de ejemplo Durante nuestro mandato no se debe utilizar una silla RivadaviaSalvo excepciones, por respeto a los héroes que se sientan allí, nos enfrentamos a la fealdad que vemos hoy».
Además de la reacción de Mili, el gobierno también señaló que el video muestra «una falta de respeto a las instituciones en todos los niveles» durante la gestión del Frente de Todos. «Había El presidente insultó el acto de toma de posesión e Historia de la República Argentina. Una vergüenza total», admitió el portavoz del presidente, Manuel Abogado.
Como era de esperar, el sábado hubo otro blanco unificado de ataques presidenciales y cuentas troll satélite, dirigido a Leandro Santoro, quien en las últimas horas ha negado públicamente el escándalo, denunciándolo como «un disparate» y «una verdad gravísima». . Según encuestas recientes, Santoro es una de las figuras de la oposición para ser candidato al publicar una imagen positiva.
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