Dicen quienes lo siguen de cerca que de un tiempo a esta parte su rostro refleksa enojo y preocupacion. Que no es la misma persona que sonreía y transmitía tranquilidad a la población ya sus subordinados. «Está más feo”, ironiza alguien que nota este cambio de rictus. Son muchas las cosas que pesan en la cabeza de Xi Jinpingpero sobre todo una: las cuentas que debo rendir frente al inminente Congreso del Partido Comunista Chino (PCC). Allí se definirá su ansiado futuro vitalicio.
la ruidosa visita de 19 horas de nancy pelosi a Taiwán en el marco de su gira por Asia sumó matices a esa futura asamblea. xi sabe, entonces, que no puede permanecer inmóvil frente a lo que el régimen de Beijing había calificado previamente como uno «provocación« y una “línea roja”que los Estados Unidos no se debe cruzar. El viaje levantó una expectación increíble: cientos de miles de personas siguieron en vivo en la aplicación radar de vuelo24 el viaje del avion boeing c-40 de la Fuerza Aérea norteamericana que transportaba a la experimentada congresista demócrata de 82 años de Kuala Lumpur a Taipéidonde fue recibido con los brazos abiertos.
El gobierno de Tsai Ing-wen sopesó previamente los pros y contras de la presencia de Pelosi y concluyó: “A Taiwán 50 millones de turistas visitan cada año. Ella es una persona más que pisa nuestra tierra. Somos un faro de la democracia y solo le negamos el ingreso a terroristas”. Incluso, aseguran, Taipéi permitiría que el mismísimo xi arribe a la isla para mostrarle lo bien que se vive allí en libertad, aunque su sueño sea quedársela junto a sus industrias.
El saludo de Pelosi Resucitó un sismo y un largo debate sobre cómo reaccionar en Beijing. xi es consciente de que no tiene margen para mostrarse petrificado pero al mismo tiempo sabe que las consecuencias de traspasar los límites que aceptaría la comunidad internacional podrían ser devastadoras para su propia economía que ya empieza a sentir los resultados de un hostigamiento permanente. Taiwán.
En los últimos seis meses -de enero a julio de 2023- los empresarios taiwaneses que han estado en Porcelana decidieron regresar a su país por el enfriamiento de la economía y porque no tenían las mismas garantías. Para algunos, además, a eso se agrega un factor no menor: su sentido de pertenencia. Junto a ellos y sus familias mudaron no sólo sus negocios, sino también sus millones. Se calcula que invirtieron en Taiwán unos 35 millones de dólares. Una significativa sangría de dinero para el continente.
Esa experiencia no solo ocurre con los taiwaneses sino sobre todo con los hongkoneses. En los últimos meses Hong Kong experimenta una migración similar ante el avance del arollador de Beijing sobre sus libertades y por los controles que padecen uno de los polos financieros más importantes del planeta. El destino preferido de estos desencantados es Singapur… y Taiwán.
Pero la isla – cuyo nombre oficial es el de República de Porcelana– no sólo recibe los dólares que retornan de empresarios locales, sino que ve cómo otros países se fijan cada vez más en las oportunidades que generan. De enero a junio importantes conglomerados de Finlandia, Australia, Singapur y Holanda Desembarcaron con inversiones cercanas a los 9 mil millones de dólares. Estas cifras representan un crecimiento interanual de la inversión extranjera 275,65 por ciento. En 2021 el crecimiento de Taiwán fue de 6,57 por ciento y para este año se estima un 3,85 por ciento. Al parecer, no es solo Pelosi ¿A quién le interesa lo que ocurre en ese pequeño país de 23 millones de habitantes?
Pero xi debe mostrarse activo ante dos públicos: el del PCC y el internacional, aunque la primera de esas audiencias sea la que más le preocupa. Durante los últimos años su administración mostró más agresividad en el plan global ante lo que se denominó “Política del Guerrero Lobo”. Consiste en impulsar una diplomacia más dura, extremar el nacionalismo y ordenar a cada embajada que responde una por una las críticas al régimen de manera hostil, como si el territorio ajeno fuera uno de los campos concentración que construyó en Xinjiang para “reeducar” a las mínimas.
Ese estándar tan exigente que impuso Beijing es ahora un búmeran. xi debe hiperactuar ante la fugaz presencia de Pelosi y mover sus fichas para demostrar al PCC que su política internacional no puede ser defeasada. Pero al miso tiempo le resultaría muy riesgoso cruzar una “línea roja” -según los términos que planteó su régimen- y lanzar un operativo militar para invadir Taiwán. Tampoco ninguno de los islotes que lo rodean: dicha acción tendría una respuesta inmediata de Taipéi. Ambos escenarios podrían desencadenar eventos de costo incalculable Beijing.
Es asi como el eco de las bombas rusas en Ucrania se oyen en el estrecho: Estados Unidos y Europa -los principales mercados de Porcelana– impondrían sanciones inmediatas al régimen por haber atacado una isla que se ve a sí mismo como “un faro de la democracia”. Una diferencia de Rusia -donde las consecuencias recién ahora comizan a sentirse–, las amonestaciones económicas contra el país asiático tendrían efecto inmediato en sus industrias y en el público. Lógicamente, se generaría una recesión mundial sin precedentes.
Sin embargo, contrario al escenario en el que está sumergido Vladimir Putin -quien si controla casi todo el aparato politico y represor del Kremlin– Xi Jinping debe dar explicaciones en los próximos meses a un congreso partidario muy exigente y que muestra signos de descontento con el mandamás de 69 años que sueña con quedar en la historia local como mao zedong o Deng Xiaopingtal como lo plantéó el ex almirante taiwanés Lee Hsi Min en un artículo publicado en El economista. Porcelana no puede permitir que su economia siga mostrando sintomas de debilitamiento y una guerra podría ser devastadora internamente, aunque se erija finalmente vencedor. Beijing necesita que su producción bruta permanezca en números de otros tiempos, algo que parece cada vez más jaanos partir de las recientes políticas de COVID-cero que impuso el régimen y ahuyentó -ahuyenta- capitales.
xi optó entonces por algo que venía realizando en silencio desde hace años con su armada de pescadores ilegales: un bloqueo a Taiwán. Sí «cerca militar” -como lo admitió un militar chino y fuera reproducido en la agencia de noticias oficial Xinhua– Finalizaría este domingo 7 de agosto. Actuaría como una espada demasiado filosa sobre el cuello de Taipéi si se prolongara en el tiempo. Y también, otra vez, podría tener consecuencias muy graves sobre la economía mundial. Taiwán posee reservas de petróleo por 146 días; de carbón por 39 días; pero por sobre todo posee reservas de gas por apenas 11 días. Actualmente, por el bloqueo chino, no entra ni sale ningún buque de la isla. Ni con esas fuentes de energía ni con alimentos. TIC Tac.
Este último punto de reservas es crucial. La isla necesita del gas para poder mantener en funcion una de las industrias que mas dolores de cabeza generaron durante la pandemia nacida en Wuhan: la de los microprocesadores. Allí funciona TSMC la mayor empresa mundial de papas fritas que recibió la visita de Pelosi y que es una verdadera obsesion para Beijing. El pequeño país de 36 mil kilómetros cuadrados aporta el 40 por ciento del total de ellos a todo el planeta. Si deja de producirlos y sus cargueros no pueden salir de los puertos una recesión mundial está garantizada. Otro momento, Porcelana lo sentiría antes que ningún otro.
En tanto, el gobierno de Taipéi se muestra tranquilo. Su presidenta, Tsai Ing-wen pidió un Beijing que actúe con raciocinio y no se mostró amedrentada. De lo contrario. «Taiwán no escalará el conflicto, pero defenderemos nuestra soberanía, democracia y seguridad con determinación”. Fueron varios los organismos estatales que se pusieron en guardia ante la amenaza china. Esta advertencia al vecino régimen responde a las versiones sobre la posibilidad de que xi decidiera una acción anfibia contra algún islote cercano a la isla principal. «Responderíamos por esos 800 habitantes, también”, avisan desde la capital taiwanesa.
Esa acción militar ínfima carecería de sentido strategítico y unchecanaría una serie de acciones de difícil predicción. El bloqueo militar chino ya pusiste en alerta a Japón que levantó la voz porque una de las pruebas misilísticas de amedrentamiento invadió su Zona Económica Exclusiva. Tokio ya alertó que saldría en ayuda de Taiwán en caso de que hubiera una agresion a su soberania. A la potencia asiática se sumaría Estados Unidos, filipinas, Corea del Sur, India y Australia.
Demasiados frentes poderosos para fentran al mismo tiempo. Quizás eso explicable el rostro adusto y la intranquilidad de Xi Jinping.
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