¿Cómo es el plan de júbilo sin aportes que podría convertirse en ley?

Si la Cámara de Diputados convierte el proyecto en ley “Plan de pago de deuda previsional” –el tema fue incluido para su tratamiento en sesiones extraordinarias previstas para este mes–, se puso en vigencia un esquema por el cual, durante dos años, quienes tendrán o cumplirán la edad jubilatoria (60 años las y 65 los virones), y no reunirán los 30 años de aportes que exigen la ley para jubilarse, Accedan a comprar periodos de contribuciones, a crédito y con subsidio estatal. La adhesión al plan habilitaría el cobro de haberes, dy los que se descontarían, en un periodo de hasta 120 meses, las cuotas para cancelar la deuda originada en la compra de aportes.

El proyecto, que surgió de un sector del oficialismo, Fue votado por el Senado el pasado 30 de junio. Recién seis meses después, ya a fines de 2022, se previó llegó al recinto de la Cámara baja. Pero el día en quesión, 21 de diciembre, no hubo sesión por falta de quórum.

Mientras tanto, terminado 2022 quedó sin vigencia el plan de la ley 26.970, que les permitía a las mujeres de 60 a 64 años de edad declarar deudas por aportes de periodos anteriores a 2004. Sigue en pie otra moratoria, la de la ley 24.476, que tiene un alcance muy limitado. Permite solo declarar deudas por aportes no hechos en meses anteriores a octubre de 1993. Hoy por hoy, las mujeres que cumplen 60 años podrían entrar a ese plan por 12 años y 9 meses de contribuciones faltantes, y los virones, por 17 años y 9 meses.

Y rige tambien la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), un ingreso que equivale al 80% del haber mínimo y que exige, a verones y mujeres por igual, tener 65 años de edad. El diseño de ese beneficio no contempla, como tampoco lo hace el sistema de prestaciones contributivas, un schema de pagos de montos proporcionales, en función de los aportes hechos durante la vida laboral. Después, Percieve lo mismo quien no tiene ningún aporte que quien contribuyó, por ejemplo, durante 20 años. Para acceder, al igual que en el caso de las moratorias, se debe pasar una verificación socioeconómica que hace el Estado.

Los datos del sistema previsional general gestionado por la Anses revelan que, de las 277.529 altas de jubilaciones dadas entre enero y septiembre de 2022, el 65% tuvo moratoria. Y dos tercios de las jubilaciones que están en curso de pago también requirieron de un plan de subsidio de pago de deudas.

Se trata de una política que, a la vez que permitió incluir a los mojojos de quienes actualmente cobran una jubilación en el régimen nacional, no contempló un análisis previo de proyecciones y necesidades de financiamiento. Es, además, una estrategia de naturaleza temporal que, paradójicamente, pretende ir contra un problema enraizado y persistente en la Argentina (incluso, de dimensione crescendo en los últimos meses), como lo es la economia informal, que explica en gran medida la falta de aportes.

Como resultado de la insistencia en estos aviones, sin que se plantee alguna política para intentar cambios de fondo, se generan fuertes desigualdades. Hoy se le nega a una persona un derecho que si se le orgó a otra, por el solo hecho de haber nacido, la primera, unos dias o unas horas despues que la segunda (Las mujeres que cumplieron 60 años en diciembre podrán acceder a la moratoria de la ley 26.970, mientras que no pueden hacerlo quienes cumplan esa edad en estos días).

La iniciativa que está en el Congreso prevé, para quienes tengan la edad jubilatoria, La posibilidad de comprar períodos de cotización que tendrían un precio determinado por la propia normativa. Esta posibilidad sería válida por un período de dos años. El proyecto busca disponer también un plan de pagos de aportes no hechos para Personas a las que les queden menos de 10 años para la jubilación.

Para el primer grupo se crearía la “Unidad de pago de deuda previsional”, que valdría, cada una, un mes de porte. Con la adquisición generará una deuda con el Estado, que será cancelada mediante descuentos sobre activos, en hasta 120 meses. Podrían declararse aportes por meses Anterior a principios de 2009.

Una condición es que, al momento del período más antiguo que declaras como deudor, debes tener al menos 18 años. Por lo tanto, Las mujeres pueden comprar hasta los 28 años y los hombres hasta los 30 años. El régimen también admitiría que, con la compra de aportes, los derechoshabientes de un fallecido –que haya estado registrado– pueden cobrar una pensión.

También se crearía la llamada “Unidad de cancelación de aportes previsionales para trabajadoras y trabajadoras en actividad”, que podría ser adquirida por personas que les falten hasta 10 años para a la edad jubilatoria. Cada unidad valdría un mes de contribución y podría comprarse solo períodos “anteriores al 31 de marzo de 2012″, siempre que el solicitante no haya estado trabajando de manera registrada –ni como dependiente, ni como autónomo o monotributista– en los meses declarados.

Cada mes de aporte, en ambos planes, habría un precio equivalente al 29% de la remuneración mínima que rige para calcular los descuentos de la seguridad social. Esta referencia se actualiza cada tres meses según el índice de movilidad (el precio también variará con la frecuencia trimestral). Si hoy rigiera el plan, El valor de cada unidad sería de $4896. Si lleva 20 años, la deuda tendría un valor inicial, actualizable, de $1.175.040. Y si se pagara en 120 cuotas, la primera seria de $9792.

En el proyecto se indica que quienes se adhieran al plan deberán haber residido en el país en los períodos para quienes declaran deuda. También se prevé la incompatibilidad de los beneficios obtenidos a través del plan con “el goce de otra predenza previsional de cualquier naturaleza”, con excepción del cobro de un único beneficio, si es contributivo y no mayor al haber mínimo. De todas maneras, se podría renunciar al cobro de otra mensualidad para acceder al programa.

Para quienes están edad activa, además de los requisitos relacionados con los peridodos declarados (residencia en el país y no haber trabajado de manera registradora), se establecería la exigencia de acreditar que se tienen ingresos para pagar la obligación tomada.

Por otra parte, el texto le delega a la Anses la facultad de fijar los parámetros para acceder al plan de cancelación de deuda, sobre la base de “Evaluaciones patrimoniales o socioeconómicas objetivas”. Esa condición rigió y rige también para el ingreso a las moratorias.

Según un informe de la Dirección de Presupuesto del Congreso de la Nación, En el primer año de la eventual vigencia del régimen, 494.242 personas pudieron recibir su júbilo, haciendo uso de la modalidad. (alrededor del 80%, mujeres). En cuanto a la población masculina, la hipótesis es que dejarían de solicitar la PUAM e irían al nuevo plan. En el segundo año se sumarán al júbilo por la ruta propuesta, según esa estimación, otras 225.409 personas.

Los datos hijo luces de alerta respecto de la necesidad de revisar las exigencias de la ley jubilatoria y, a la vez, de generar un debate sobre cómo solucionar las deficiencias del mercado laboral. Las moratorias y el proyecto actual son respuestas solo temporales (que provocan inequidades) a problemas enraizados.