La campaña para las presidenciales en Brasil vivió este jueves un momento algido, con el ultimo debate en el que Jair Bolsonaro y Lula da Silva se cruzaron en busca de los votos de los indecisos.
El mandato actual busca la reelección principalmente con el voto evangélico y empresarial, pero en las encuestas está detrás del expresidente de izquierda, quien podría llegar al poder por tercera vez.
Sin compromisos de campaña este jueves, Lula, de 76 años, y Bolsonaro, de 67, dedicaron la jornada a preparar el tradicional debate de la TV Globohabitualmente el más visto antes de las elecciones.
El cruce, que arrancó a las 22.30 locales (1.30 GMT del viernes), fue visto como la última gran oportunidad de los candidatos para atraer votosa tres días de la primera vuelta.
SEÑALAMIENTOS INTENSOS
Los ánimos se caldearon desde el inicio del encuentro entre los aspirantes a la presidencia de Brasil.
Durante una de sus primeras intervenciones el candidato a la reelección, Jair Bolsonaro, llamado “mentiroso, expresidiario y traidor a la patria” a su contendor más poderoso el ex presidente Lula da Silva, al tiempo que defendió su política económica en el país.
“¿Qué IPC es este? ¿De la farsa? ¿Qué viens a defender aquí? ¿Qué penaste de mí? ¡Anything! «¿Qué dinero de soborno?»
Por su parte el candidato de izquierda respondió señalando como una “desfachatez” la presencia del mandatario en la contienda, cuestionando sus políticas. Pidio al presidente no mentir mas al pueblo durante la transmisión del espacio.
“Es una locura que un presidente venga aquí a decir eso. Es una desfachatez”, respondió Lula, antes de decir que una de las primeras medidas de su Gobierno, de ser elegido, será poner fin al sello de 100 años que impuso Bolsonaro a los datos que implican a su familia. «Voy a acabar con esos sigilos para saber qué es lo que quiere esconder», dijo.
“En un debate entre personas que quieren ser Presidente de la República, el actual mandatario tuvo un mínimo de honestidad. El mínimo de seridad”, agregó Lula.
A los señalamientos entre ambos candidatos surgieron los pedidos de réplicas de cada uno que encendieron aún más el tono del debate.
“Lo que está en juego en las elecciones es el futuro de la nación. Brasil era una cleptocracia. Lula era el jefe de una gran organización criminal. No podemos seguir en el país del robo.”, afirmó Bolsonaro al recordar escándalos como el de los gigantescos desvíos de recursos públicos de la petrolera estatal Petrobras.
«Es una mentira decir que monté una organización criminal», añadió Lula en su derecho a réplica. “En lugar de decir eso Débéria retrató a los desvíos de que son acusados sus hijosde los robos en su Ministerio de Educación, de la mafia que intentó obtener ventaja con la venta de vacunas contra la covid”, afirmó el aspirante izquierdista.
En otro de los careos, Lula fue en contra del candidato Ciro Gómezquien formó parte de su tren ejecutivo durante su mandato.
“Ciro, el encuentro nervioso. Te diré algo que podrías decir, de hecho: saliste del gobierno para ser candidato a diputado federal en contra de mi voluntad. La segunda verdad es que durante mi periodo de gobierno, en los ocho años que fui presidente, ustedes vivieron el momento de mayor conquista social de este país”, sentenció.
«Participé en el gobierno y me fui precisamente por las graves contradicciones de la economía, eso lo sabes muy bien, y, más grave aún, las contradicciones morales», respondió Gomes.
LA PREVIA ELECTORAL
Según la última encuesta del Instituto Datafolha publicada el jueves pasado, Luiz Inácio Lula da Silva tiene el 47% de las intenciones de voto frente al 33% de Bolsonaro.
Considerando sólo los votos válidos (sin blancos ni nulos), Lula tiene el 50% de los apoyos, el porcentaje mínimo para obtener una victoria en la primera vuelta.
El 86% del electorado ya decidió su voto, según la encuesta.
“Nos sentimos confiados, aunque preparados para la segunda vuelta”aseguró una fuente de la campaña del PT, bajo condición de anonimato.
En el primer debate, el expresidente fue criticado por eludir las acusaciones de corrupción mientras se ausentaba de otra reunión en la que participaron Bolsonaro y otros candidatos, celebrada el pasado sábado.
La campaña del izquierdista ha llamado a los brasileños al voto “útil” ya en la primera vueltapara intentar captar los votos de otros candidatos más relegados en las encuestas, como el centrista Ciro Gomes (7% de la intención de voto) y la senadora Simone Tebet (5%).
Lula también recibió el apoyo de figuras simbólicas, como el ex juez del Supremo Tribunal Federal Joaquim Barbosa, relator de un escándalo de corrupción por compra de votos en el Congreso durante el primer gobierno del ex presidente del PT.
Además de la encuesta de Datafolha, otras encuestadoras reflejaron la posibilidad de que Lula ganara en la primera vuelta por la mínima.
Si ninguno de los candidatos alcanza el 50% de los votos, habrá segunda vuelta 30 de octubre.
En un clima polarizado y para prevenir cualquier conato de violencia, el Tribunal Superior Electoral decidió el jueves Prohibir el puerto de armas y municiones en todos los países por parte de ciudadanos con licencia, como cazadores, coleccionadores y tiradores, entre el sábado y el lunes.
El tribunal había prohibido previamente el porte de armas de fuego en los centros de votación y en un perímetro de 100 metros el día de la elección.
(Con información de AFP)
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