Las enfermedades neurodegenerativas preocupan mucho a la comunidad científica ya la sociedad, y por eso los expertos buscan continuamente señales y formas de mejorar los tratamientos actuales. Los ultimos en aportar mas luz a estos asuntos han sido un grupo de inquisitors de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), que han publicado sus filguadas en la revista Alzheimer y demencia: The Journal of the Alzheimer’s Association.
El estudio se ha centrado en mejorar la detección precoz de estas enfermedadesy también ha mejorado el sistema que ayuda a seleccionar pacientes que pueden someterse a terapias experimentales
El problema real es que estas enfermedades se detectan ya muy tarde a pesar de que hay algunas señales que aparecen de casas antes. Por eso el equipo acudió al Biobanco, una base de datos biomédicos a disposición de los investigadores clínicos, donde se encuentran registros genéticos, de salud y de estilo de vida de medio millón de voluntarios británicos de entre 40 y 69 años. Se recopilaron pruebas de resolución de problemas, memoria, tiempo de reacción, fuerza de agarre, medidas de ganancia o pérdida de peso y caídas.
Los 5 signos de alerta
Con todo esto, se dieron cuenta que las personas que desarrollaron alzhéimer o demencia frontotemporal obtuvien peores resultados en:
- Resolución de problemas.
- Tiempo de reacción.
- Recuerdo de listas de números.
- Memoria prospectiva (capacidad para acordarse de hacer algo más adelante).
- Pruebas de emparejamiento de figuras familiares.
Además, las personas con Alzheimer tienen más posibilidades de sufrir una caída. En este caso, los que tenien parálisis supranuclear progresiva (PSP) se cayeron el doble.
«Al mirar el historial de los pacientes, nos resultó evidente que estaban mostrando de forma sutil algun grado de discapacidad cognitiva años antes de que sus síntomas fueran tan evidentes como para justificar un diagnóstico positivo”, explica Nol Swaddiwudhipong, primer autor del trabajo. “Esto es un paso adelante para Cribar a las personas a partir de los 50a quelos con hipertensión o los que no tienen Suficiente actividad física en su vida, para tratar de interventor pronto y ayudar a reducir el riesgo».
“La gente no debe preocuparse sin motivo si, por ejemplo, le cuesta recordar los números de teléfono”, señala Tim Rittman, del Departamento de Neurociencia Clínica de la Universidad de Cambridge. «Incluso los individuos sanos tendrán mejores ponderaciones y peores que los demás. Pero lo que sí es importante es hablar con nuestro médico si nos damos cuenta de que estamos teniendo problemas para recordar en nuestra vida diaria».
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