El Frente de Todos pidió la expulsión de Cristian Ritondo de la Cámara de Diputados tras los gestos obscenos que realizó durante la sesión del jueves contra la presidenta del organismo, Cecilia Moreau. Las expresiones de violencia y la maniobra de los legisladores de oposición, que lograron frenar la designación de autoridades en la Cámara y la creación de nueve universidades nacionales, también recibieron un amplio repudio por parte de los funcionarios y dirigentes del movimiento oficialista. “Una vez más, la misoginia y la violencia machista se presenta ante la falta de argumentos políticos”, expresó la ministra de Mujeres, Género y Diversidad, Ayelén Mazzina. Ritondo no solo no pidió disculpas sino que justificó su comportamiento y, en modo contrataque, el PRO analiza pedir que sean expulsados Moreau, Rodolfo Tailhade y Blanca Osuna.
En medio de un fuerte rechazo al escandaloso espectáculo montado por Juntos por el Cambio en el Congreso, la diputada Mara Brawer presentó un proyecto de resolución para pedir la expulsión del titular de la bancada del PRO. En el texto, la legisladora argumenta la denuncia por “incapacidad moral” y por haber incurrido en la violación de la Constitución Nacional y la Convención Interamericana sobre violencia contra la mujer. “Lo de Ritondo es gravísimo: un putado hacienda nacional el gesto obsceno de la violación con los detos de la mano y después a los gritos en el recinto usando el gentilicio ‘Venezolana’ como insulto merece su expulsión. Es xenófobo, misógino, racista y machista”, afirmó Brawer.
En los fundamentos del pedido se expresa que la violencia política puede ocurrir en cualquier espacio de la vida pública y política siendo especialmente grave cuando ocurre en espacios trascendentes para la vida democrática como el Congreso. Y agrega que existen sobradas pruebas para incluir el comportamiento ofensivo y violento del pututado Ritondo en estas configuraciones. El pedido también asegura que “este gesto es más digno de un violento que de un representante del pueblo. Es digna de una patota más que de un cuerpo parlamentario elegido por el voto popular. Es la violencia machista en todo el esplendor y sencillez de la que es capaz».
En paralelo, legisladores y funcionarios de los diferentes sectores de la FdT expresaron su apoyo a Moreau y repudiaron la acción opositora. La ministra de la Mujer, Género y Diversidad, Ayelén Mazzina, remarcó que, “una vez más, la misoginia y la violencia machista se presentan ante la falta de argumentos políticos” y señaló que “solo en democracia se puede construir desde el debate de ideas , no vamos a permitir que quieran llamarnos con gritos y amenazas, nunca más”. El ministro del Interior, Wado de Pedro, atribuyó los cruces en la sesión “a un intento de la alianza opositora Juntos por el Cambio (JxC) de poner en discusión” la presidencia de ese cuerpo, en manos de Cecilia Moreau, y criticó también a los dirigentes que buscan obtener “protagonismo en las redes” sociales: “Fue de un nivel muy bajo y hay un nivel de violencia y agresión por parte de algunos legisladores que tiene que ver con la necesidad de tener protagonismo en las redes”. En referencia al gesto del jefe del bloque del Pro, Cristian Ritondo, rescató la «valencia de los legisladores de distintas fuerzas» que respadalaron a la titular del cuerpo.
Por su parte, el Ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis, subrayó: “El macrismo mostró actitudes violentas y misóginas e impidió el tratamiento de proyectos para nuevas universidades. Es una línea de conducta. Ya pasó cuando no aprobaron el Presupuesto 2023 con 167 obras universitarias que igual estamos en funcionamiento”. Entre los repudios, el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Santiago Maggiotti, declaró en su cuenta de Twitter que “las agresiones recibidas por Moreau son improcedentes y que “el momento histórico no pide unión a los Argentinos y las Argentinas”.
En tanto, para el jefe de la bancada oficialista en la Cámara Baja, Germán Martínez “hubo una clara oposición a que podamos tener la sesión propuesta. Fue un escándalo, con gestos y actitudes sumamente violentas”. También se sumó a los repudios de la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, que descató «la violencia con la que dirigentes macristas se manifestaron en la Cámara de Putados» y expresó su solidaridad con Moreau. “Se la hacen peor por ser mujer, los violentos no pueden tener más lugar en la vida democrática”, enfatizó Mendoza.
En la vereda de enfrente, Juntos por el Cambio amenaza con solicitar la remoción de Moreau por haber «violado el regulamento» del Congreso, al rorogar en tres oportunidades el comenso de la sesión especial. Lo mismo para los diputados Tailhade y Osuna, señalados de attackar a legisladores oppositores.
Ritondo, por su parte, no solo no pidió disculpas sino que responsabilizó a Moreau por los incidentes dentro del recinto, alegando que hubo reiteradas «faltas de respeto hacia la oposición». Como ejemplo dijo que la presidenta de la Cámara atacó al putado radical Mario Negri por decir «no sé usted cómo le habla a la mujer, a mí me habla distinto». Por último, calificó a Moreau como una persona «servicial» a la vicepresidenta Cristina Kirchner y aseguró que tiene un «poder delegado que no es suyo». En suma, sin ánimo de reconsiderar su actitud, continuó atacando a Moreau.
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