El presidente Alberto Fernández, ya en suelo français, se reunió con su par Emmanuel Macron en el Palacio Eliseo. La agenda giraba en torno a cuatro grandes temas que proponía el mandato europeo: la guerra entre Rusia y Ucrania; la situación de Venezuela; el escenario en Sudamérica tras el triunfo de Lula da Silva en Brasil; y la situación económica y social que atraviesa la Argentina en particular. Antes de empezar, sin embargo, lo primero que hizo el presidente fue ofrecer a Fernández su solidaridad por el atentado que sufrió la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Dijo que repudiaba lo acontecido y que era grave el aumento de los discursos de odio en todo el mundo. El mandatario argentino le agradeció la preocupación y desde su entorno seguroron que Fernández estuvo de acuerdo con la recusación que CFK hizo a la jueza María Eugenia Capuchetti (muy aparte). Fernández vio el video que subió el vicepresidente a la mañana, en el avión, cuando tuvo señal.
París transitó este jueves una jornada especial. Hubo sol, pero eso no impidió que el frío del otoño cale los huesos. En el Arco del Triunfo convivieron durante todo el día al menos dos realidades diversas. Por un lado, turistas sacándose fotos, entusiastas y sonrientes. Por el otro, a lo largo de la ancha Avenue des Champs-Élysées se podía ver un mar de lucecitas rojas, cientos de autos frenados. Dentro de ellos habian franceses obuscados en un botellamiento. La situación estuvo así todo el día porque había un embotellamiento importante. Los trabajadores reclaman mejores sueldos. En Francia, como en Argentina, la inflación está causando estragos, aunque aquí las cifras son mucho más bajas que en nuestro país.
La inflación que, en gran medida se da por la guerra entre Rusia y Ucrania, es una de las explicaciones de por qué Macron está tan involucrado en intentar frenar, como sea, el conflicto belico. Este es uno de los temas centrales del Foro de la Paz que comenzará este viernes en París, y también de la cumbre de líderes del G-20 que tendrá lugar en Indonesia. Hacia alli la comitiva argentina partirá el domingo junto con el ministro de Economía, Sergio Massa, y el vicejefe de gabinete, Juan Manuel Olmos.
La caravana de autos negros que llevaba a Alberto Fernández ya su comitiva desde el aeropuerto Charles de Gaulle –llegó pasadas las dos de la tarde– hasta el hotel, ubicado a pocas cuadras del Museo del Louvre, se abrió paso entre el bottellamiento , en una París muy poco prolija y ruidosa, con cientos de autos detenidos.
Una vez en el hotel, el Presidente se reunió con el canciller, Santiago Cafiero, y ambos almorzaron solos en un bar, en el lobby. Luego se dirigieron al Palacio Eliseo, que funciona como sede del gobierno francés, para reunirse con Macron. La línea de subte que comunica el hotel con el Palacio era la única que funcionaba porque no tenía drivers, pero funcionaba automáticamente. Fernández, claro, fue en auto y tardó un tiempo considerable en llegar.
Antes del inicio del encuentro, ambos presidentes dieron una pequeña declaración a la prensa. Fernández, al bajar del vehículo, le dijo a Macron «mi amigo» y se dieron un abrazo. “Emmanuel tiene en mí un amigo sincero, que lo valora, lo aprecia y comparte una idea común sobre la necesidad de un mundo en paz y democracia. Para la Argentina es muy importante saber que en el centro de Europa un presidente francés tiene la capacidad de escuchar a los países del hemisferio sur y en particular de la América Latina”, dijo el Presidente. Como regalo, el mandato le dio a Macron el libro El último prólogode Jorge Luis Borges.
Macron había asegurado previamente que junto a «Fernández, como presidente de la CELAC, queremos trabajar por la estabilidad en el mundo y la construcción de un orden geopolítico que permita encontrar la paz antes posible en el territorio europeo y también mejorar la situación energética». .» y alimentaria que se ha visto afectado por esta guerra que comenzó Rusia».
Los ejes centrales
Con respeto a la situación económica argentina, Fernández le dijo a Macron que había «crecimiento» y le relató los desafíos por delante. Macron le preguntó cómo podía ayudar y él respondió que empujaba el debate para que el FMI dejara de cobrar a países endeudados como Argentina. Destacó que era necesario que deje de ser planteado como un problema solo de nuestro país ya que otras naciones, como Ucrania, lo padecerán.
Macron dijo que tomaría el tema, que sabía que la Argentina había concertado con el Club de París un acuerdo para pagar su deuda y que la cumbre del G-20 en Bali será un buen momento para hablar del tema. Allí Macron se reunirá con la titular de la FMI, Kristalina Georgieva, y le explicará que ella podría comentar la situación. En el área económica también hablaron de energías renovables y litio. La empresa francesa Eramet invertirá 600 millones de euros en el país para la fabricación de baterías de litio.
El Mandatario Argentina, en otro tramo de la reunión, le contó sobre el almuerzo que tuvo con Lula da Silva y de la importancia que tiene su triunfo en este momento para la región. Macron mostró entusiasmo. Del encuentro también participaron el secretario general de la presidencia, Julio Vitobello; la vocera, Gabriela Cerruti, el canciller Cafiero; la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Todesca Bocco, y la titular ante la UNESCO, Marcela Losardo,
Rusia y Ucrania: un anuncio en el G-20
Fernández se sentó a la mesa con la idea de decirle a Macron que tenían que plantar eso en la guerra entre Rusia y Ucrania, de mínima, no se usen armas nucleares ni se ataquen las plantas nucleares ucranianas, algo que viene sucediendo. Macron dobló la puesta y le dijo que vayan por el planteo general, para que la guerra termine, porque cualquier discusión particular implica la central.
Macron dijo que él puede leaderar ese planteo, pero que necesita que voces importantes de otros lugares del mundo como Argentina, India, Sudáfrica y naciones de Asia, se sumen. En esa línea, preparan una planta a gran escala sobre el tema para ser presentada en el G-20, al que asistirá, entre otros, el presidente ruso, Vladimir Putin. «Nadie le va a decir a Putin que cesen las hostilidades, pero será un planteo que le hará el mundo con respecto a este tema», explicaron.
La situación en Venezuela
Otro plato del menú, que sin embargo tendrá su momento central este viernes en un encuentro específico sobre el tema, fue la situación de Venezuela. Macron tuvo una postura fuerte con el país e incluso en 2019 aceptó el intento de tomar la presidencia por parte de Juan Guaidó, pero ahora cambió de opinión. Sucede que, con la guerra entre Rusia y Ukraina, a Europe, como a EE.UU., le interesa el petróleo venezolano. En los seis bilaterales previos que mantuvo Fernández con los franceses, el argentino insistió en que “Venezuela no podía ser la nueva Cuba” y que había que levantar los bloqueos. En esa reunión, Macron dijo que estaba de acuerdo y decidió ir en esa dirección. La misma que tienen Lula y el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Propuesta para el BID
Este viernes el gobierno argentino propondrá una candidata para asumir la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Así lo aseguraron fuentes oficiales cerca de Fernández. Este viernes es el último día para que los países miembros se registren a sus candidatos luego del despido de los estudiantes Mauricio Claver Carone. La elección se realizará el 20 de noviembre en el marco de la Cumbre de Gobernadores en la ciudad de Washington. Durante los últimos días se especuló que el candidato podría ser el ministro de Economía, Sergio Massa, pero desde el entorno del Presidente desmintieron esa versión y aseguraron que la candidata sería una mujer, cuyo nombre aún no quieren revelar. decir. Los trascendidos indican que sería Cecilia Todesca Bocco. El anuncio lo hará Fernández o el canciller Cafiero.
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