Al menos ocho manifestantes murieron hasta este miércoles en las protestas de los últimos días en Irán, según un recuento oficial de las autoridades y otro balance de un grupo de defensa de los derechos humanos.
Las protestas comenzaron este viernes, en su provincia natal, Kurdistán, cuyo gobernador, Ismail Zarei Koosha, afirmó este martes que tres personas fallecieron, sin especificar cuándo. Como otras autoridades, culpó de las muertes a un plot del enemigo.
El miércoles, el comandante de la policía de Kurdistán, Ali Azadi, anunció la muerte de otra persona, según la Agencia de Noticias iraní. Tasnim. Además, otros dos manifestantes murieron en la provincia de Kermanshah, indicó el fiscal de esa región, Shahram Karami, citado por la agencia de noticias Fars. “Lamentablemente, dos personas murieron en disturbios ayer”, dijo. «Estamos seguros de que esto es obra de agentes contrarrevolucionarios», agregó.
Además de estas muertes, el grupo de defensa de los derechos de los kurdos Hengaw, con sede en Noruega, indicó este miércoles que otros dos manifestantes habían muerto durante la mañana en la provincia de Azerbaiyán Occidental. Las víctimas, de 16 y 23 años, fallecieron en las localidades de Piranshahr, donde ocurrieron importantes enfrentamientos, y en Urmia, según Hengaw.
Otro manifestante, un hombre que había resultado herido en Divandareh, en Kurdistán, el 17 de septiembre, murió en un hospital, se sumó al grupo. Sin embargo, no se sabe si se trató del deceso informado poco después por el comandante de la policía. Hengaw también informó que 450 personas resultaron heridas y 500 fueron arrestadas, cifras que no se pudieron contrastar con una fuente independiente.
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